Por: G. Guillermo Silva R.
Actualmente, parte de estas costumbres han cambiado radicalmente. No se ha podido hacer el velorio, porque directamente han pasado al cementerio o crematorio. El pésame, se ha transmitido y se transmite, vía teléfono o virtual. No se puede agrupar personas, entonces, la manera de acompañar a quienes están sufriendo y de manifestarles apoyo, también ha cambiado. Los abrazos, que solían ser una muestra de afecto, se daba como consuelo ante esta difícil situación, porque estos son necesarios para el bienestar emocional, aliviar las tensiones y la autoestima.
En nuestra región de Cajamarca, estamos viendo la enorme cantidad de fallecimientos, por diversas causas. Nos damos cuenta por los medios de comunicación y en las páginas web. Por ejemplo, en Cajamarca-Sucesos, encontramos en este mes de agosto: 16 condolencias y 5 Misas de Honras. En este periódo, nos ha estremecido las muertes y si antes se daba más importancia a la diversión, hoy en día es la tristeza y el pesar, tenemos que reconocerlo. Que nos haga cambiar por lo positivo y tratar de alcanzar un bienestar común.
En mi tierra natal, Cajabamba, van desapareciendo vidas que nos recuerdan a la niñez y juventud, a la que muchos quisiéramos volver. Pero, ya es muy tarde. Recuerdo los velorios que se realizaban, de uno, dos o tres días, esperando que lleguen los familiares que se encontraban lejos. En estos, se recordaba más que nunca al difunto (del que en vida fue) con anécdotas de su vida, los chistes y la comida. Esta tradición, ha cambiado. En esta vida terrenal estamos de paso y además es muy corta, reaprendamos a vivir ahora. Se tiene que reflexionar, recapacitar a convivir de una manera mas objetiva y práctica. Que encontremos a nuestra gente feliz y solidaria, esto nos parece que no es tan difícil. Que Dios nos bendiga y nos guíe por un buen camino.
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Elvia
Rodríguez Bazán
QEPD
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Es tiempo de condolencias como si el tiempo se hubiese esperado para el 2020 para la muerte.
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