Ilustración: Manuel Obeso |
Pomposa la neblina descansa
Sobre los monarcas de piedra
Formando la noche llena de Tornasol;
Las estrellas parecen acariciarla;
Es la cordillera refugio de alpacas,
Morada de siervos y vicuñas
Que sin sosiego no dejan de amarla;
Al alba su belleza deslumbra;
Cual polo remendado de colores
Cerros policromas la componen;
El oro y la plata viven en sus faldas;
Morir quisiera por entre sus senos,
Caminar por entre su terciopelo;
Mientras la Chinalinda en pleno vuelo
Danza con el frió sin tener frenos;
Maravilla más grande no verán ojos
Mas que esta mi peruana cordillera;
El águila jamás conocerá ceguera
Pues su vida es el brillar de los río;
Las ciudades más grandes se ven desde aquí,
El lucero más grande se ve desde aquí,
La vida más pura solo existe aquí,
Los hombres siempre vendrán aquí;
Paisajes esplendidos al mundo deslumbran;
Piedad pido para mi sierra,
Pues amenazan con destriparla,
¡Sacando mineral van a matarla!
Por: Dennis Nicolás Rojas Rodriguez
EMAIL: rojas_halcon@hotmail.com
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